La custodia internacional es una cuestión compleja que surge cuando uno de los progenitores desea mudarse al extranjero, afectando la estabilidad y bienestar de los menores implicados. En estos casos, entran en juego aspectos legales relacionados con la patria potestad, los derechos de visita y el interés superior del menor. A continuación, vamos a explicarte los pasos a seguir y los aspectos a considerar para gestionar una situación de custodia internacional.
La patria potestad y el consentimiento para el traslado al extranjero: ¿Es posible mudarse al extranjero con los hijos?
En España, la patria potestad suele ser compartida entre ambos progenitores, lo que significa que las decisiones importantes sobre la vida de los hijos deben tomarse de forma conjunta. Según el artículo 154 del Código Civil (CC), decisiones como el cambio de residencia al extranjero requieren el consentimiento de ambos progenitores.
¿Qué ocurre si no hay acuerdo?
Si no existe acuerdo, el progenitor que desea mudarse debe solicitar autorización judicial. En este caso, el juez evaluará factores como:
- El interés superior del menor, principio fundamental en derecho de familia recogido en el artículo 2 de la Ley Orgánica 1/1996 de Protección Jurídica del Menor.
- Las posibilidades de mantener contacto con el otro progenitor tras el traslado.
- La estabilidad emocional, educativa y social del menor.
- La relación con el progenitor que no se muda. Se considerará la capacidad de mantener una relación significativa con el progenitor que se queda, incluyendo la posibilidad de visitas regulares.
- Las motivaciones del traslado. El traslado debe responder a razones legítimas, como una mejora laboral, educativa o familiar, y no a una intención de obstaculizar la relación del menor con el otro progenitor.
- Las condiciones de vida en el nuevo país. El juez analizará la estabilidad que puede ofrecer el país de destino en términos de vivienda, escolarización y atención médica.
- En función de la madurez del menor, su opinión será tenida en cuenta, especialmente a partir de los 12 años.
¿Qué ocurre con el régimen de visitas en casos de custodia internacional?
Cuando el menor se muda al extranjero, el régimen de visitas debe adaptarse a la nueva situación. Las opciones incluyen:
- Regímenes de visitas flexibles: Ajustados a las circunstancias geográficas y económicas.
- Compensación en periodos vacacionales: Ampliar las visitas durante las vacaciones escolares para equilibrar la pérdida de tiempo presencial durante el año.
- Uso de tecnología: Videollamadas y otros medios digitales son herramientas clave para mantener la relación con el progenitor que no se muda.
El objetivo es garantizar que el menor mantenga un contacto significativo con ambos progenitores, pese a la distancia geográfica.
Normativa internacional que debes tener en cuenta
Cuando se trata de custodias internacionales, hay que considerar las normativas y acuerdos internacionales que afectan el traslado de menores, entre ellos:
- Convenio de La Haya de 1980: Regula la restitución internacional de menores en casos de traslado ilícito.
- Reglamento (UE) 2019/1111 del Consejo Europeo (Bruselas II bis): Establece las normas para resolver conflictos de jurisdicción en cuestiones de derecho de familia dentro de la Unión Europea.
Pasos a seguir si uno de los progenitores quiere mudarse al extranjero
1. Intentar un acuerdo entre progenitores
La vía amistosa siempre es la más recomendable por lo que el primer paso siempre debe ser intentar llegar a un acuerdo consensuado entre los progenitores. Negociar un plan que incluya un régimen de visitas adecuado y mecanismos para mantener la relación del menor con el progenitor que no se muda puede evitar largos procesos judiciales.
2. Presentar una solicitud judicial
Si no se llega a un acuerdo, el progenitor que desea trasladarse debe interponer una demanda ante el Juzgado de Familia para obtener autorización judicial. El procedimiento incluye:
- Documentación: Justificar las razones del traslado y demostrar cómo se garantizará el bienestar del menor.
- Audiencia: Ambas partes expondrán sus argumentos ante el juez, quien puede requerir informes psicológicos o del equipo psicosocial.
El progenitor que se opone al traslado puede presentar sus argumentos en el proceso judicial, demostrando cómo podría afectar negativamente al menor.
3. Resolución judicial
El juez decidirá si autoriza o no el traslado, siempre basándose en el interés superior del menor. Esta decisión puede incluir modificaciones en el régimen de visitas o de custodia.
Consecuencias legales de trasladar al menor sin autorización
Si uno de los progenitores traslada al menor al extranjero sin el consentimiento del otro ni autorización judicial, este estaría incurriendo en un delito de sustracción internacional de menores, regulado en el artículo 225 bis del Código Penal.
En estos casos, el progenitor afectado debe solicitar la restitución del menor mediante procedimientos internacionales, que incluyen:
- Denuncia ante las autoridades competentes en España.
- Solicitud de restitución ante los órganos judiciales del país donde se encuentre el menor, conforme al Convenio de La Haya.
¿Qué hacer en caso de sustracción internacional de un menor?
Si te encuentras en esta situación, es fundamental actuar de inmediato siguiendo los pasos adecuados según el país al que haya sido trasladado el menor:
1. Si el país forma parte del Convenio de La Haya de 1980:
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- Presenta una solicitud de restitución internacional al Ministerio de Justicia español.
- Este procedimiento facilita la comunicación directa entre las Autoridades Centrales de los Estados miembros del Convenio.
- Puedes consultar la lista de países adheridos al Convenio en el sitio web oficial de la Conferencia de La Haya.
2. Si el país no está adherido al Convenio de La Haya de 1980:
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- Contacta con la Embajada o Consulado de España en el país al que se ha trasladado al menor. Ellos te orientarán sobre las vías legales disponibles, que pueden incluir:
- Procedimientos judiciales en el país de destino para obtener la restitución del menor.
- Solicitar el reconocimiento y ejecución de una sentencia española que te otorgue la custodia.
- Plantear un nuevo procedimiento judicial en el país de destino para decidir sobre los derechos de custodia.
- Contacta con la Embajada o Consulado de España en el país al que se ha trasladado al menor. Ellos te orientarán sobre las vías legales disponibles, que pueden incluir:
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3. Denuncia en España:
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- Debes interponer una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por el presunto delito de sustracción de menores. Este paso puede ser necesario para activar ciertos procedimientos internacionales.
Importante: Actuar con rapidez y buscar asesoramiento legal especializado son aspectos clave para maximizar las posibilidades de éxito en estos casos. La coordinación con autoridades nacionales e internacionales será determinante en la resolución del problema.
El interés superior del menor como prioridad
La normativa española y los tratados internacionales siempre priorizan el interés superior del menor en cualquier decisión relacionada con la custodia. Este principio guía al juez para analizar factores como:
- Relación del menor con ambos progenitores.
- Estabilidad educativa y social: Si el traslado implica cambios drásticos en el entorno del menor, esto podría considerarse perjudicial.
- Capacidades del progenitor solicitante para garantizar un entorno adecuado en el nuevo lugar de residencia.
Recomendaciones finales
Si te encuentras en una situación de este tipo, te recomendamos seguir estos pasos:
- Consulta con un abogado especializado en derecho de familia internacional: Este tipo de casos requieren conocimientos específicos sobre normativa nacional e internacional.
- Recopila pruebas y documentos: Aporta toda la información necesaria que respalde tu posición, como informes escolares, psicológicos o económicos.
- Documentar todas las decisiones y comunicaciones: Mantener un registro de acuerdos, correos y conversaciones puede ser útil en caso de litigio.
- Busca la mediación siempre que sea posible: Un acuerdo amistoso suele ser menos costoso y más rápido que un litigio judicial.
En conclusión, la custodia internacional plantea retos legales y emocionales, pero siempre debe prevalecer el interés superior del menor. Mudarse al extranjero con un hijo menor requiere planificación, diálogo y, en caso de desacuerdo, la intervención judicial. Actuar con responsabilidad y buscar el apoyo de profesionales especializados puede marcar la diferencia en la resolución de este tipo de conflictos, asegurando que se respeten los derechos de todas las partes implicadas.